Hola, mi nombre es Sonia Pirona y soy inquilina de Las Mercedes, Baruta, Caracas. Después de agradecer y reconocer la misión de la red para ser red de nuestras voces en la tenaz labor de hacer visible una realidad crítica propia de la voracidad capitalista. Dentro de la pirámide de la estructura de la vivienda, los inquilinos somos los más débiles, somos los desposeidos anónimos que sostenemos la seguridad de los capitalistas dueños de nuestros techos, muchos de ellos verdaderos latinfundistas urbanos con mafias conexas. Los inquilinos somos, haciendo un paralelo, como ha sido Venezuela para los imperialistas gringos, un país petrolero que nos mantiene siempre rico aunque sea a costa de la propia Venezuela, el día que no sirva más, la desalojan como trapo viejo. Los inquilinos debemos ampliar conciencia sobre nuestro papel y valor, tanto numérico (somos mayoría) como de potencial económico (somos quien paga la plusvalía de las viviendas ya pagadas por nosotros mismos varias veces)y finalmente de poder popular en las decisiones socio políticas y económicas del país. Qué viva la voz de los inquilinos qué viva el poder popular¡¡¡
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Hola, mi nombre es Sonia Pirona y soy inquilina de Las Mercedes, Baruta, Caracas. Después de agradecer y reconocer la misión de la red para ser red de nuestras voces en la tenaz labor de hacer visible una realidad crítica propia de la voracidad capitalista.
Dentro de la pirámide de la estructura de la vivienda, los inquilinos somos los más débiles, somos los desposeidos anónimos que sostenemos la seguridad de los capitalistas dueños de nuestros techos, muchos de ellos verdaderos latinfundistas urbanos con mafias conexas.
Los inquilinos somos, haciendo un paralelo, como ha sido Venezuela para los imperialistas gringos, un país petrolero que nos mantiene siempre rico aunque sea a costa de la propia Venezuela, el día que no sirva más, la desalojan como trapo viejo.
Los inquilinos debemos ampliar conciencia sobre nuestro papel y valor, tanto numérico (somos mayoría) como de potencial económico (somos quien paga la plusvalía de las viviendas ya pagadas por nosotros mismos varias veces)y finalmente de poder popular en las decisiones socio políticas y económicas del país. Qué viva la voz de los inquilinos
qué viva el poder popular¡¡¡
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